Mama tuberosa
¿En qué consiste?
La mama tuberosa es una alteración del desarrollo mamario que produce una mama con unas características muy definidas como son:
Ausencia o déficit del desarrollo del polo inferior de la mama.
Forma cónica de la mama.
Areolas más grandes de la habitual.
Surco submamario alto .
Herniación del tejido a través de la areola.
Frecuente asimetría de ambas mamas tanto en forma como en volumen.
Separación importante entre ambas mamas.
La mama tuberosa es una entidad muy frecuente y se produce por un defecto de expansión del tejido mamario en la parte inferior de la mama provocado por un engrosamiento de los ligamentos de sostén de la glándula mamaria (“brida o banda de constricción”) que impiden la correcta expansión del polo inferior de la misma.
Tipos de incisiones
Periareolar.
Vertical.
“T” invertida.
Aunque en la mayoría de los casos se puede realizar la corrección de la mama tuberosa mediante una cicatriz periareolar, en los que la mama tuberosa tiene cierta caída o un volumen grande, puede ser necesario realizar otro tipo de incisiones para conseguir un buen resultado estético.
Objetivos
Los objetivos más importantes de esta cirugía son:
Mejorar la forma de la mama.
Reducir el diámetro de la areola y corregir la herniación de ésta.
Descender el surco submamario.
Corregir posibles asimetrías.
Existen una gran variedad de diferencias entre unas mamas tuberosas y otras por lo que es imprescindible valorar cada caso de manera individual para establecer la técnica quirúrgica más adecuada en cada paciente.
El consumo de tabaco disminuye el aporte de vascularización a los tejidos y aumenta el riesgo de complicaciones.
Por ello recomendamos a nuestras pacientes que suspendan el consumo de tabaco un mes antes y un mes después de la cirugía para disminuir el riesgo de complicaciones.
Los fumadores tienen un riesgo aumentado de problemas de cicatrización.
Planificación de la cirugía
La cirugía
La mayor parte de los casos de mama tuberosa se corrigen a través de una cicatriz alrededor de la areola que nos permite remodelar la glándula mamaria desplegándola para proporcionar una forma redondeada y eliminar la forma cónica, así como la herniación del tejido a través de la areola.
La técnica quirúrgica más utilizada para corregir la mama tuberosa es la técnica de Puckett.
En algunos casos más “leves” podemos corregir la forma de la mama con una incisión a través del surco de la mama.
En aquellos casos en los que la mama esta caída puede ser necesario usar una cicatriz vertical o una cicatriz en “T” invertida.
En la mayoría de los casos, debido al escaso volumen mamario y a la forma del pecho, es recomendable utilizar implantes mamarios (preferentemente anatómicos) para conseguir un buen resultado estético en la mama tuberosa.
El implante mamario nos ayuda a darle la forma redondeada y nos permite expandir el polo inferior de la mama.
Sin embargo, en pacientes que tienen un volumen mamario adecuado a su complexión y no desean incrementarlo, es posible realizar la corrección de la mama tuberosa sin utilizar implantes mamarios.
En ocasiones empleamos la propia grasa de la paciente para remodelar la mama (“lipofilling mamario”).
Es muy importante planificar de manera adecuada la intervención y llevar a cabo la técnica quirúrgica de manera correcta para evitar la aparición de un “doble surco”, que puede ocurrir en aquellos casos en que no se libera adecuadamente la “banda de constricción” que impide el desarrollo mamario en el polo inferior de las mamas tuberosas.
Las suturas que realizan son internas, no habiendo suturas externas con el objetivo de que las cicatrices sean líneas que vayan mejorando con el paso del tiempo.
Al final de la cirugía se colocan unos drenajes que permiten la salida de cierta cantidad de líquido y evite que este se acumule dentro de la mama.
Estos drenajes se quitan habitualmente al día siguiente de la cirugía, antes de la paciente se vaya a de alta.
La paciente saldrá de la intervención con un vendaje que se retirará al día siguiente de la cirugía y será sustituido por un sujetador de tipo deportivo.
Los implantes
Existen dos tipos de implantes en función de su forma:
Implantes redondos.
Implantes anatómicos o con forma de gota o de mama.
Cada paciente debe ser valorada y aconsejada de manera individual sobre qué tipo de implantes son más adecuados para ella.
Los deseos de la paciente y la exploración serán clave a la hora de decidir la forma y el volumen más adecuado de implante para cada paciente.
Los implantes son de gel de silicona de alta cohesividad y de superficie micro o nano texturada.
Solamente utilizamos implantes de alta gama aprobados por las agencias de seguridad farmacológica tanto a nivel europeo como de EE.UU. (FDA).
Trabajamos con implantes de la marca Mentor.
La colocación de un implante de mama, al igual que la de cualquier otro dispositivo de uso médico que se inserte en el organismo, genera la creación de un tejido alrededor del implante denominado cápsula.
Este tejido, en condiciones normales no provoca ningún síntoma y permite “aislar” el implante y evitar su desplazamiento.
Preguntas habituales
Duración de la intervención
La duración de la corrección de la mama tuberosa puede variar entre 2,5 y 3h según el caso.
Anestesia
La cirugía de la mama tuberosa con o sin implantes se realiza bajo anestesia general.
Esta es, sin duda, la opción más segura para realizar una cirugía mamaria.
Nuestros anestesistas están altamente especializados en las intervenciones que realizamos por lo que la técnica es muy segura y la sensación a la hora de dormirse y despertarse será agradable y placentera
.
Hospitalización
Requiere una noche de ingreso en el hospital.
Recuperación
La cirugía de la mama tuberosa es una intervención con una recuperación relativamente rápida si se siguen las recomendaciones del cirujano en cuanto a actividad, pauta analgésica posterior y cuidados.
Las pacientes deberán llevar un sujetador deportivo que les proporcionaremos el día del alta. Deberán mantenerlo durante el primer mes tras la intervención.
Al día siguiente de la cirugía, la paciente recibirá un informe en el que se detalla la medicación que debe tomar para tener la menor molestia posible y facilitar una buena recuperación postoperatoria.
Las pacientes con trabajos sedentarios podrán incorporarse entre los 7 y los 10 días después de la cirugía.
Para coger peso, realizar deporte u otra actividad física intensa habrá que esperar un mes.
La cirugía de la mama tuberosa requiere tiempo para que la inflamación disminuya y para que la forma de la mama se “defina”.
En torno al mes de la intervención ya se aprecia un cambio importante en la forma, pero debemos esperar entre 6 y 12 meses para ver un resultado definitivo.