Doctora González VecinoDoctora González Vecino: Cirugía estética Madrid
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Reducción de mamas

¿En qué consiste?

La mamoplastia de reducción o reducción mamaria es una intervención encaminada a reducir el volumen mamario en aquellas mujeres con volúmenes mamarios grandes o desproporcionados para su complexión.

Las pacientes que consultan por este tipo de cirugía suelen notar:

Incomodidad para su vida diaria por el volumen mamario.

Dificultad para realizar ejercicio físico.

Molestias en el cuello o espalda derivadas del peso de las mamas.

Eccemas en los surcos submamarios o debajo de las mamas, más frecuentemente en verano.

Limitaciones a la hora de vestirse al no poder usar cierto tipo de ropa.

Limitaciones a la hora de encontrar ropa interior teniendo que acudir a tiendas especiales.

Todo ello hace que esta cirugía suponga una mejora importante en la calidad de vida de las pacientes, ya que no sólo se consigue una mejoría estética sino también funcional.

Las pacientes que se someten a una cirugía de reducción mamaria se benefician de:

Mejoría del dolor de espalda y/o cuello.

Obtienen una figura más proporcionada.

Mejora de la autoestima.

Mejoría estética de la forma del pecho que se percibe con buena forma y más firmeza.

Desaparición de eccemas o lesiones por roce en los surcos de las mamas.

Una de las cuestiones que más puede preocupar a las pacientes que se realizan una cirugía de reducción mamaria es el volumen final que quedará después de la intervención.

Es muy importante definir el volumen mamario deseado con el cirujano para que el resultado sea satisfactorio para la paciente.

En general, recomendamos que el resultado esté proporcionado con la complexión de la paciente, pero es muy importante valorar cada caso de manera individual.

La cirugía de reducción mamaria es una intervención que consigue un resultado duradero. Es muy poco habitual que las mamas crezcan de nuevo y alcancen el volumen previo a la intervención.

En aquellos casos en los que la paciente gane peso, sí es posible que las mamas ganen algo de volumen, pero es muy poco probable volver al aspecto previo a la cirugía.

La mamoplastia de reducción es una intervención que se realiza tanto en pacientes jóvenes que presentan un crecimiento excesivo de las mamas (hipertrofia virginal) como en pacientes mayores que no se han intervenido con anterioridad por diversos motivos y que presentan dolor de espalda o incomodidad por un volumen mamario excesivo (gigantomastia).

El consumo de tabaco disminuye el aporte de vascularización a los tejidos y aumenta el riesgo de complicaciones.

Por ello, recomendamos a nuestras pacientes que suspendan el consumo de tabaco un mes antes y un mes después de la cirugía para disminuir el riesgo de complicaciones.

Los fumadores tienen un riesgo aumentado de problemas de cicatrización.

Planificación de la cirugía

La cirugía

La mamoplastia de reducción tiene como objetivo reducir el volumen mamario, extirpando piel, grasa y glándula mamaria, pero también elevar las mamas y conseguir una forma bonita. Al reducir y elevar la mama se coloca la areola en una posición mas alta.

Existen diferentes técnicas para subir la areola y esto dependerá de la exploración y características de cada paciente:

Pedículo superomedial:

Es la técnica de elección en mamas que no están excesivamente caídas ya que mediante esta técnica conseguimos mantener la sensibilidad de la mama.

Injerto del complejo areola pezón:

Indicado en aquellas pacientes con mamas muy caídas.

La cicatriz común a todas las intervenciones de reducción mamaria es la llamada cicatriz en “T invertida”, que nos permite eliminar el exceso de tejido y remodelar adecuadamente la mama.

Esta cicatriz se localiza alrededor de la areola, una línea vertical desde la areola al surco de la mama y otra horizontal a lo largo del surco de la mama.

La reducción mamaria nos permite conseguir una mama con una forma mas bonita y un tacto más firme.

En la mamoplastia de reducción podemos reducir el diámetro areolar, que, frecuentemente está aumentado en mujeres con mamas grandes.

Las suturas que realizamos son suturas internas. Esto nos permitirá que las cicatrices sean finas líneas que pasen desapercibidas con el paso del tiempo.

Al final de la cirugía se colocan unos drenajes que permiten la salida de cierta cantidad de líquido y evitan que éste se acumule dentro de la mama.

Estos drenajes se quitan habitualmente al día siguiente de la cirugía, antes de que la paciente reciba el alta médica.

La paciente saldrá de la intervención con un vendaje que se retirará al día siguiente de la cirugía y será sustituido por un sujetador de tipo deportivo.

Preguntas habituales

Duración de la intervención

La mamoplastia de reducción tiene una duración aproximada de 3 horas.

Las pacientes permanecen ingresadas una noche en el hospital.

Anestesia

La reducción mamaria se realiza con anestesia general.

Esta es la opción más segura para realizar una cirugía mamaria.

Nuestros anestesistas están altamente especializados en las intervenciones que realizamos por lo que la técnica es muy segura y la sensación a la hora de dormirse y despertarse será agradable y placentera.

Hospitalización

La paciente debe permanecer una noche en el hospital.

Recuperación

La reducción mamaria tiene una recuperación relativamente rápida. Son frecuentes las molestias o escozor en la zona de la cicatriz que se controlan fácilmente con medicación analgésica.

Así mismo, es frecuente notar cierta inflamación que irá disminuyendo con el paso de las semanas hasta alcanzar el volumen y la forma definitiva.

Al día siguiente de la cirugía, la paciente recibirá un informe en el que se detalla la medicación que debe tomar para tener la menor molestia posible y facilitar una buena recuperación postoperatoria.
Tras la intervención se realizarán una serie de curas en la consulta.

La paciente deberá llevar un sujetador de tipo deportivo durante el primer mes tras la intervención.

Las pacientes podrán realizar una vida prácticamente normal a la semana de la cirugía, debiendo evitar coger peso y realizar esfuerzos físicos.

Para incorporarse a la actividad laboral recomendamos 7 días, aunque dependerá del tipo de trabajo que realice cada paciente.