Lifting facial
¿En qué consiste?
El lifting facial o ritidectomía es una intervención quirúrgica destinada a conseguir un rejuvenecimiento facial reposicionando los tejidos que se han descolgado como consecuencia del paso de los años, el efecto de la gravedad, determinados factores hereditarios y algunos factores externos tales como la exposición solar, la alimentación o el tabaco.
El objetivo del lifting debe ser reposicionar ese tejido en la localización que tenía cuando el paciente era más joven, de manera natural y con una tracción en la misma dirección y en sentido contrario al descolgamiento del tejido.
Sólo así conseguiremos un aspecto rejuvenecido y natural.
Planificación de la cirugía
De cara a una cirugía de rejuvenecimiento facial, es importante evaluar tanto la cara como el cuello con el objetivo de realizar un tratamiento integral que consiga un resultado armónico entre cara y cuello.
Con el proceso de envejecimiento las mejillas se caen, el surco de la ojera se marca, aparecen los surcos nasogenianos, se desdibuja el contorno mandibular y se visualizan las bandas platismales y la flaccidez a nivel del cuello.
El lifting es una intervención quirúrgica que se realiza con más frecuencia a partir de los 50 años, aunque no existe una edad indicada para realizar esta cirugía ni límite de edad para la misma.
En pacientes mayores, serán los antecedentes médicos los que se tendrán en cuenta para establecer la seguridad de esta cirugía y su indicación.
Es frecuente realizar el lifting en combinación con el rejuvenecimiento de los párpados (blefaroplastia).
También es habitual combinar el lifting con el lipofilling, la inyección de grasa en determinadas zonas de la cara en las que se ha perdido con el paso de los años.
El lifting consigue rejuvenecer la cara y/o el cuello, pero el proceso de envejecimiento seguirá tras la cirugía. Es importante que la técnica quirúrgica permita que el proceso de envejecimiento posterior sea natural.
En esta intervención, dado el despegamiento de tejido que se realiza, es importante suspender el consumo de tabaco.
El consumo de tabaco disminuye el aporte de vascularización a los tejidos y aumenta el riesgo de complicaciones.
Por ello, recomendamos a nuestros pacientes que suspendan el consumo de tabaco un mes antes y un mes después de la cirugía para disminuir el riesgo de complicaciones.
Los fumadores tienen un riesgo aumentado de problemas de cicatrización.
La cirugía
Antes de comenzar la cirugía se realiza un marcaje de las zonas a tratar, tanto en la cara como en el cuello con el paciente de pie, ya que las referencias anatómicas cambian en el momento en el que el paciente está tumbado.
Es habitual infiltrar con anestesia local las incisiones que se realizan y en ocasiones el tejido de la cara y el cuello, pues esto ayuda a realizar la disección en el plano adecuado.
En el lifting las cicatrices se realizan en la línea capilar a nivel de la sien o región temporal , en el borde anterior del pabellón auricular rodeando el lóbulo de la oreja y prolongando la incisión a nivel retroauricular hacia el pelo.
Si es necesario tratar el cuello se realiza una pequeña incisión debajo del mentón.
A través de estas incisiones se despega la piel del plano muscular y, posteriormente, se tensa el tejido subyacente, denominado SMAS (sistema músculo aponeurótico superficial).
Esta maniobra permite reposicionar el tejido en su localización inicial, tanto a nivel de las mejillas, que aparecen descendidas en el proceso de envejecimiento, como en el contorno mandibular que pierde su definición con el paso de años.
Es posible eliminar parte de la grasa en determinadas zonas de la cara o el cuello mediante extirpación directa (lipectomía) o realizando una pequeña liposucción.
Una vez reposicionadas las estructuras profundas se procede a eliminar la piel sobrante.
Para conseguir un resultado natural y duradero es importante trabajar en las estructuras profundas (SMAS) y no tensar en exceso la piel, pues esto puede originar cicatrices visibles por una excesiva tensión, así como un resultado poco duradero y artificial.
En aquellos casos en que sea necesario tratar el cuello, se realiza una cicatriz debajo del mentón que permite eliminar grasa si es necesario y tratar las bandas platismales («platismoplastia»), una especie de «cuerdas» o “bandas” que se aprecian en algunos pacientes en el cuello durante el proceso de envejecimiento.
En algunos casos es posible realizar un lifting mediante una cicatriz retroauricular. Este procedimiento se denomina minilifiting y está indicado en casos de flacidez leve y ausencia de flaccidez a nivel del cuello.
Al finalizar la intervención, se colocan unos drenajes que permiten la salida de cierta cantidad de líquido y evitan que éste se acumule debajo de la piel.
Finalmente se realizan suturas finas en pliegues naturales que permitirán cicatrices poco visibles con el paso del tiempo.
Preguntas habituales
Duración de la intervención
El lifting tiene una duración en torno a 4-5 h, aunque dependerá de las zonas a tratar y de si se combina con la mejoría estética de los párpados (blefaroplastia) en cuyo caso la intervención puede ser algo más duradera.
Anestesia
El lifting puede realizarse bajo anestesia local y sedación, aunque de manera más habitual se realiza bajo anestesia general. Esto se consensuará con el equipo de anestesia y se seleccionará la técnica más adecuada para cada paciente.
Nuestro objetivo siempre será realizar la técnica que proporcione mayor confort y máxima seguridad para nuestros pacientes.
Nuestros anestesistas están altamente especializados en las intervenciones que realizamos por lo que la sensación a la hora de dormirse y despertarse será agradable y placentera.
Hospitalización
Los pacientes que se someten a un lifting deberán permanecer ingresados en el hospital una noche.
Recuperación
Al día siguiente de la cirugía, el paciente recibirá un informe en el que se detalla la medicación que debe tomar para tener la menor molestia posible y facilitar una buena recuperación postoperatoria.
En general, el lifting es una intervención en la que hay poco dolor en el postoperatorio. Es frecuente notar cierta sensación de tensión o tirantez en la zona retroauricular y en la parte posterior del cuello, pero estas molestias se controlan con la medicación que se prescribe tras la intervención.
Los drenajes se retiran entre las 24 y las 48h tras la cirugía.
La inflamación es frecuente tras la intervención y es habitual que, al principio, los pacientes perciban una imagen poco natural debido a este proceso de inflamación. Esto irá mejorando a lo largos de las primeras semanas.
Igualmente, es posible que aparezca algún hematoma en la piel que irá desapareciendo a lo largo de las 3 semanas tras la intervención.
La primera semana es recomendable estar tranquilo con cierto reposo para ayudar a que la inflamación vaya disminuyendo.
Es aconsejable dormir con el cabecero incorporado durante la primera semana tras la cirugía. Esto contribuirá a que la inflamación se reduzca más rápidamente.
Tras la cirugía es frecuente notar cierta sensación de “acorchamiento” en la piel. Esto irá despareciendo a lo largo de los primeros meses tras la cirugía hasta recuperar una sensibilidad completamente normal.
Los pacientes que se someten a un lifting podrán empezar a realizar un trabajo que no requiera esfuerzo físico a partir de las 2-3 semanas, pero tendrán que esperar hasta el mes para poder realizar esfuerzos físicos importantes o practicar deporte.
El resultado definitivo del lifting se apreciará en torno a los 6 meses. Las cicatrices seguirán mejorando tras este periodo y, aunque no desaparecen, pasan muy desapercibidas al año de la cirugía.